jueves, 24 de marzo de 2016

La Fuerza Aérea de EE.UU. revela la primera imagen de su nuevo y sigiloso bombardero: el B-21

Se trata de una imagen que está siendo examinada por expertos en aviación militar en todo el mundo. La primera imagen oficial del bombardero B-21 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. La secretaria de la Fuerza Aérea, Deborah Lee James, dio a conocer la representación artística con base en el concepto de diseño inicial. Negro, elegante, con alas en flecha y un diseño sigiloso hacen que este avión se vea muy parecido a otro famoso bombardero: el B-2 Spirit. James pareció insinuar eso durante su anuncio. "El B-21 ha sido diseñado desde el principio con base en un conjunto de requisitos que permite el uso de la tecnología existente y desarrollada", dijo en el Simposio sobre Guerra Aérea de la Asociación de la Fuerza Aérea en Orlando, Florida. A primera vista, parece un dibujo básico. Pero no te equivoques, los geeks y competidores militares de la aviación militar de Estados Unidos lo examinarán cuidadosamente para conocer más sobre este costoso sistema de armas y de gran alcance. China, Rusia, Irán, Corea del Norte y casi cualquiera en el mundo que participa en el desarrollo de la tecnología sigilosa avanzada examinará este dibujo para encontrar cualquier pista que les permita determinar hacia dónde apunta el diseño de Estados Unidos. Entonces, ¿cómo llamará la Fuerza Aérea a este nuevo bombardero? James dijo que el nombre dependerá de los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea. Los líderes del programa del bombardero estarán considerando sugerencias de nombres que hagan los pilotos, dijo. El nombre del bombardero se dará a conocer en una conferencia de la Fuerza Aérea programada para el otoño. Hasta ahora, se han referido al B-21 como el bombardero de ataque de largo alcance, ya que será diseñado para despegar desde Estados Unidos y atacar a cualquier objetivo en todo el mundo. Cuando Northrop Grumman ganó el contrato para construir el B-21, el año pasado, el secretario de Defensa, Ashton Carter, dijo que este le permitirá a Estados Unidos "proyectar poder en todo el mundo en la actualidad y en el futuro", refiriéndose al mismo como una "inversión estratégica para los próximos 50 años". A largo plazo, la idea es que estos aviones reemplazarán a los bombarderos B-52 de la Fuerza Aérea, los cuales han estado volando durante más de medio siglo y, finalmente, a los bombarderos B-1, cuando se retiren en algún momento en la década de 2040. Los costos de ingeniería y de desarrollo se estimaron en 21.400 millones de dólares (en el 2010) durante toda la duración del programa. Los funcionarios no han dicho nada en relación a las expectativas de capacidad específica para el LRS-B, pero hay indicios de que será sigiloso, capaz de llevar armas convencionales y nucleares y, posiblemente, podría funcionar con o sin piloto. La Fuerza Aérea dijo que planea comenzar a probar el avión en algún momento a mediados de la década de 2020.

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